Vivo con una,
duermo con una.
No me deja hacer nada,
pero mui agradecida, me deja eskribir.
La desgracia, como le llamo, me abunda.
Sigue mis caminos con ahínco certero, jugamos a las escondidas más ella, poderosa, me revuelca como mar, indiferente a mi dolor en momentos mui inapropiados.
He soñado. Habían azules copas de árboles y llamativas llamas ke me ponían a tono en sensaciones precarias, poco constituidas, desfondadas, claras y oscuras a la vez, pero de verdad a la vez.
Despierto rauda, era yo aún.
Soplé para afuera, al revés de cuando me siento trankila, giré mi cabeza y sonreí.
Soplé para afuera, al revés de cuando me siento trankila, giré mi cabeza y sonreí.
La desgracia, como le llamo, me abunda...llena mi casa o de muertes o de carcajadas, llena mi cuerpo de dolor o de placer, llena mi boca de deliciosos sabores o melancólicos paladares, puebla mi oído de silbidos marinos o desgraciado motor, sugiere a mi aroma melocotones tiernos o perros descompuestos, mi vista sorprende días fríos llanos levanta faldas y sombreros o tierras removidas por el aguacero....
Nada tan terrible como esta desgracia tan hermosa, mi vida es obra de manos kuriosas, mi emoción pervive, sukulenta, triste siempre, amorfa.
.:Torrente:.
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